Soñé que moríamos.
Juntos.
Que juntos llorábamos
Todo aquello
que ya no haríamos.
Y llorábamos el futuro
Que no tendríamos.
CIEGO
Ciego, huèrfano pasado sin ti
Borro de mis recuerdos
La memoria del rechazo.
Escribo con tiza indeleble
El presente que te adivino.
Un instante.
Un instante, siempre digo,
Sabiendo que no nos basta
Para abarcarnos.
Por fortuna son
Eternos
nuestros instantes.
Cadena perpétua consentida,
El abrazo de tu nombre
Mis vestiduras desata
Y desnudo te me ofrezco
Ahora que siento cerca
Tus pasos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario