Abrió un mayo diferente
Cuando las cosas del azar
Reclamaron su papel.
Y la lluvia de domingo
Fría, aún, para el tiempo,
Se tomó dulce revancha
Uniéndonos de la nada.
Nos vimos, de vez en cuando,
Y la costumbre se tornó
Hábito. Latiendo
Nos alcanzaron las ansias
Y, sí, les dejamos
Hacer... Esperando, tal vez,
Que un día, de tantos,
Llegara a ser el primero...
Tejíamos invisibles lazos
Que unidos nos mantenían
Y alejaban los desórdenes
De nuestras vidas.
Ahora, con lana nueva,
Llegaba el invierno.
Un invierno querido,
Deseado y lleno de calor.
De mantas compartidas.
De abrazos consentidos.
Dos tercos amantes
Jugando gratis
A ser amados.
Al fin el cuento, abierto,
Terminará, quién sabe cómo!!
Construiremos su argumento
Lo lucharemos unidos
Y el azar, el amor o el duelo
Dirán cómo debe ser:
Fruta de invierno de jugo placentero
U hoja seca barrida por el viento
O quemada por el frío.
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