Rodeas de palabras de lana
Los versos del invierno
Y los guardas en tarros de cristal
Los frutos del verano
Darán nuevo zumo
De palabras por descubrir.
ELIGES
Escoges ignorar los acogedores
Brazos del sueño
Para patinar libre sobre
La resbaladiza piel
De los mullidos placeres
De la noche.
Tierna, recoges mis huesos.
Ahora, en el solsticio primero,
Hallaremos cálidos motivos
Para emitir irisadas burbujas
Que salgan de nuestros
Bellos roces femorales.
Tenderemos, en la noche
Más noche, sábanas de fuego.
Avivaremos salvajemente
La danza primera, origen
Del mundo de los dioses,
Olimpo de humanos anhelos.
Más allá, para siempre,
De la vida y de la muerte.
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