Nadando en piscinas de alquitrán
Y no avanzar más.
Permanecer inmóvil
Esperándote aparecer de la nada
Y respirarte.
Olerte en una nube
De jugo de fresa,
Caminar siempre torpe
Con los bolsillos mojados
Y aún así seducirte
Sin hacer nada
Íntima demencia caótica
Nítida presencia sulfúrica
Lástima de ausencia cárnica.
Piel y pelos en la gran voz
De los cerdos echando mal de ojo
En el horno de la noche.
En un esguince
La boca llueve, constante,
Palabras de intenso miedo
Descolorido
Grises perfumes opacos
Empapan de espuma espesa
El aliento de un nuevo rastro.
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