Advertir de repente
Que si no estás me pierdo.
No creas que soy
Cheque en blanco.
No creas, tampoco,
Que en esta hora liviana
Sabrás leerme para siempre.
Pués mis letras
Son torcidas con las luces
Apagadas.
Tan sólo lleno páginas
De plástico en blanco y púrpura
Sólo leves pensamientos
De ti sin ropa
Galopándome a golpes
De viento y escarcha
Tener la bola de cristal
Adivinar
Todos tus pensamientos
Encerrados
Y cerrar los candados
De las esposas
Del tiempo.
Enderezar los caminos
Avanzando de traspiés.
Nunca, nunca,
Recuerda, nunca,
Conseguiremos llegar
Sin tropiezos.
Levantémonos fuertes, pues,
Y hagamos camino
Que el día se nos funde
En los párpados.
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