SEGUIDORES

domingo, 17 de mayo de 2015

AEROPUERTO


   Carlos da con sus huesos en el aeropuerto. Se entretiene observando los aviones. Los que llegan y los que se van. Está aquí porque Mireia le ha rechazado. Una vez más. Y ha salido a vagar, errante, sin objetivo predeterminado. Junto con el mar, el aeropuerto es su lugar preferido para soltar las preocupaciones. Ha venido aquí y, mirando los aviones, le ha escrito a Mireia una carta que en realidad quizás es sólo para él mismo. No sabe si alguna vez se la enseñará. No sabe tampoco si la harà pedazos. Bueno, no la romperá porque la tablet no es de papel pero sabe que sólo tiene que pulsar una tecla virtual para hacerla desaparecer. Ahora sonríe amargamente. Sufre el desencanto y el abandono. La incertidumbre y el miedo.

   Imagina que un día ella desaparecerá para siempre y no sabe si lo podrá soportar. A veces se siente celoso cuando es rechazado. Piensa que quizá no ha sabido hacer lo suficiente para que no lo deje. Acaso haya alguien más. No siente, en absoluto, celos del pasado. Tan sólo sucede que imagina que tal vez no es el único y no lo entiende. O quizás sí pero se niega a creerlo.

   Cuando se cansa de los aviones se regresa, ya un poco aliviado. Coge el tren y mientras ve pasar el paisaje su mente se siente lejos. Todo es humo y nada. Huidizas lágrimas luchan por salir y se hace fuerte. "No lloraré. Ya no quiero llorar más." Siente su rostro enrojecer y los ojos a punto de derramarse, pero no llora. Hace de tripas corazón y, sacando un pañuelo de papel, limpia sus mocos en silencio. Un rumano, o búlgaro, o albano-kosovar, pide caridad por los vagones del tren. Simula que no puede caminar y cuando el tren se detiene baja deprisa y sube de un salto al vagón de delante.

   Y Carlos piensa, con amargura y desencanto, que tampoco nunca más volverá a pedir limosna. Porque es orgulloso y piensa que no hay que pedir nada a quien nada quiere ofrecer.

Y, ahora mismo, mientras el tren todavía resopla, piensa que ni siquiera rogará que Mireia le deje la migaja de un beso como prenda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario