Llueve y el agua no se acaba.
Como si quisiera
Anegarnos las ansias
Y oxidar nuestro amor,
Celosa de vernos amantes.
Llueve. Sólo. Agua.
Agua.
Que nos salpica la piel
Pero no niega el anhelo.
Agua.
Que nos moja y nos estruja
Pero no nos calma la sed.
Llueve...
Y en lugar de
-como quisiera-
Borrarnos,
Esta agua nos hace
Limpias las pieles
Nuevas para poder,
De nuevo, empezar...
Sobre ti.
Sobre mí.
Sólo agua.
Este pequeño poema ha sido hecho, a medias y siguiéndonos el hilo por
JOSEFINA CATALÁN y CELESTÍ CASÒLIVA
No hay comentarios:
Publicar un comentario