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miércoles, 7 de agosto de 2013

AMOR SECRETO

CÓMO!

Cómo quisiera 
escribir como tú 
para decirte, 
a tu manera, 
que te quiero; 
como desearía 
que me lo escribieras 
a la mía para 
poder entenderlo.



SECRETO
No querías decirselo
A nadie
Nadie
Debía saberlo
Mas la plenitud  que
Aquel secreto amor
Te ofrecía
Lo gritaba por todas partes
A tu alrededor.


CEPILLO

Con el cepillo del aroma
De la húmeda hierba 
De la madrugada
El sol alisaba los rizos
De la noche diciéndonos
Que ya podíamos dormir.


AÚN

AÚN

Le ves contener el deseo
Le sientes anhelarte
Quisieras poseerle.
Y sabes que una sola sonrisa
Desata la  pasión
Pero, aún, te duele...


VIDA

La vida es un guiño de sol
Entre dos oscuridades
Inabarcables.
Gocemos, pués, cada instante
Como si no hubiera ya más
Permaneceremos muertos
Tanto tiempo...


OSCURIDAD

Subes la escalera, 
Poco a poco
La niebla, 
Más negra 
cada segundo
Espesa tu cerebro.
Encuentras la llave
Abres la puerta
Y todo oscurece.


SOÑARTE

No me gusta soñarte en sueños
Porque acabo despertando
Prefiero que soñemos juntos
Gozándonos el uno al otro
Permaneciendo despiertos.


Y YO AQUÍ

Dejas a la noche
Invadir la estancia
Que los sueños te lleven,
Por una grieta, lejos.
Nadie, tan lejos, velará 
Tu sueño..
Y, yo, aquí..


EBRIO

Ebrio de sueños hechos añicos,
De interrumpidas siestas.
Despertares donde las ausencias
Están siempre presentes
Y el aliento de tu suspiro
El deseo acrecienta.

DESDICHAS


Entremezclaron con mimo sus desdichas en vaso largo. Apuraron de un trago los restos de sus soledades. Vomitaron sus rencores de limón esparciendo por el suelo el serrín de su desconcierto.
Salieron abrazados, trastabillando torpemente y tropezando con cada emoción no sentida; con cada deseo no expuesto; con cada palabra retenida por las timideces. Se levantaron no obstante de todas las caídas. Ensangrentados los rostros; amoratados los brazos; temblorosas las piernas y fríos los pies consiguieron llegar a la casa, entrar en la habitación y consumaron un polvo épico de sangre y olvido.
La resaca fue sublime. No recordaba nada. Tan solo la enrojecida sábana y un desconocido y dulce aroma, de mujer tal vez, le recordaron que, una noche, ella estuvo allí.

ASTENIA Y AUSENCIA

De madrugada, aún sin dormir, la enésima vuelta en la cama te recuerda, al ver el sol al atro lado de la ventana, que un nuevo día viene para levantarte. 

Un nuevo día, como ayer. Seguramente, también, como mañana ... 

Te sientes sin fuerzas para apartar las sábanas; levantar los pies;  ponerlos en el suelo, frío;  calzarte las zapatillas ... Todo te cuesta tanto que ponerte los calcetines se te hace pesado, cansado. 
Consigues ponerte en pie; recorres la casa, poco a poco, abriendo todas las ventanas. En cada una de ellas el sol te deslumbra y te hace cerrar los ojos .. 
No tienes ganas de nada. Vuelves a recorrer la casa. Ahora, poco a poco también, cierras de nuevo todas las ventanas. 
Se acaba el día. 
Vuelve la noche. 
Volverás a no dormir ... 
Dirás que es la primavera, la astenia, la al. alergia al deseo ... 

Pero ambos sabemos que es mi ausencia. Y tú sabes que, si tú me lo pides, me tendrás contigo.

LA PLAYA

LA PLAYA

Me senté a esperarte, junto al mar, en aquel espigón donde fuiste, por primera vez, mia. Recuerdo todavía aquella tarde. El sol ya no estaba pero su resplandor encendía el cielo de rojo fuego. El mismo fuego que nos quemaba, urgente, las ansias de tenernos. 

Te deseaba tanto que no sabía cómo decírtelo. Me daba tanta vergüenza que, si no me lo hubieras pedido, tal vez nada habría sido igual ... 
Después, ya sí, desatada la pasión, salvajemente nos poseímos... una vez, y otra, y más aún. Hasta que el alba, fresca, nos recordó que pronto no estaríamos solos. 

Ahora, de nuevo bajo el mismo sol, espero tu regreso; dijiste que no tardarías ... 
Pero el tiempo, quizás también el mar, se te engulleron,  tal vez para siempre .. 
Pero yo sigo esperándote porque sé, seguro, que el mar, el tiempo tal vez, te devolverán a la playa ...un día.